El fin de semana pasado nos lanzamos al desierto. ¡Si! al desierto que está relativamente cerca de San Diego (a una hora y pico en carretera) en un pueblo llamado Ocotillo, y visitamos un parque poco común – Boulder Park y Desert View Tower, que se podrían traducir como el Parque de Rocas y Torre con Vista al Desierto

Desert View Tower: Torre con Vista al Desierto

La información que recibí al llegar a la torre cuenta que la torre fue construida a finales de año 1800.  Esta torre tiene un historial muy amplio ya que en esos años cuando fue construida servía como estación para viajeros que pasan por esos rumbos, procedentes del este de los Estados Unidos que empezaban a mudarse a la zona oeste del país.  Se sabe también que en esos tiempos los viajeros necesitaban la ayuda de bueyes que se mantenían en esta estación para jalar y asistir a carrozas y vagones hacia arriba de la colina y así los viajeros pudieran continuar en el único camino, que en ese entonces, había hacia al oeste.

Boulder Park: Parque de Rocas

Sobre las rocas talladas del desierto se sabe que fueron hechas por un ingeniero llamado Merle Ratcliff que quedó desempleado en la última depresión de 1933  y se puso a tallar enormes piedras en su tiempo libre y así creando esculturas de reptiles y otros animales más en estas grandes rocas (boulders) del desierto.

A mis peques les gusto mucho este paseo.  Creo que ir en el otoño es una buena temporada para visitar este sitio ya que el clima estuvo muy agradable, de hecho el clima estuvo mucho mejor ahí que en la ciudad de San Diego ya que está pasando por una ola de calor, ¡en pleno otoño! En fin, el clima hizo la visita a este lugar aun mas fenomenal. Mi pequeño hijo, quien se cree ninja, saco energía a montón, brincando, subiendo y explorando estas gigantescas rocas.  De hecho, todos escalamos las gigantescas rocas y también exploramos las mini cuevas que fácilmente se pueden encontrar en el paseo. Nosotros montamos un picnic en una de las cuevas y así aprovechamos descansar un poquito, refrescarnos, y compartir unos momentos muy agradables dentro de una cuevas en medio del desierto.

La entrada al parque no es gratis, al llegar a la zona tienes que pasar a la tienda de la torre y pagar la entrada. Al pagar te dan un poco de información sobre la torre, las rocas talladas y qué partes del parque está a tu disposición. Después de explorar el parque y subir a la torre, regresamos a la tienda y ver todos los artículos que tienen en venta, y otros muchos que no, muchos de los artículos son hechos a mano por personas que viven en la zona o por tribus indígenas cercanas.  Nosotros compramos un instrumento musical con sonidos muy lindos que vamos a usar en nuestra aula.

Por último, a la salida del parque, en el mismo camino que te lleva a la torre, se puede observar a un coleccionista con todo tipo de objetos al aire libre como sacados de una película de Hollywood. Tiene discos voladores extraterrestres, casetas de teléfonos, casas móviles, antenas espaciales y un sin fin de cosas que te dejan con cara de ¡what!, yo la verdad no pase porque los peques ya estaban muy cansados, pero sí me quedé con ganitas de pasearme por su «museo».   Así que si vas al parque y tienes la oportunidad de checar a este muy peculiar coleccionista de artículos extraterrestres, por favor me dejas un comentario sobre tu experiencia que ganas no me faltan de darme otra vuelta por esos rumbos.